Si estás buscando preparar una pechuga de pollo a la plancha con especias y con un sabor increíble, te voy a enseñar en este artículo a cómo hacer unas pechugas de pollo para que te chupes los dedos.

Vas a tardar muy poco tiempo y es una receta muy fácil, además, como vas a leer más adelante, puedes incluso dejar las pechugas preparadas y hacerlas al día siguiente, por lo que tomarán hasta más sabor. Esto es simplemente porque lo que vamos a hacer es un majado y podemos hacer las pechugas directamente en la sartén, como las preparé yo, o dejarlas metidas en el macerado hasta el día siguiente para que tomen sabor.

Anímate y verás con que un par de pechugas de pollo y unas buenas patatas fritas, tienes para un almuerzo en familia diferente y les va a encantar a todos. Si buscas cómo preparar unas patatas fritas crujientes por fuera y tiernas por dentro, no te puedes perder mi artículo con mis consejo. Te saldrán unas patatas fritas perfectas.

Y si te apetece hacer cosas diferentes, no tienes ningún problema en cambiar las especias que vayas a utilizar, yo las he preparado así, pero puedes cambiar la que quieras y echar las que más te gusten, como tomillo, orégano, jengibre…

 

Pechuga de pollo a la plancha jugosa con sabor a especias

Dificultad: baja
Coste: bajo

Ingredientes: (4 personas)

– 2 pechugas de pollo
– 4 dientes de ajo
– Hierba de limón
– Sal
– Pimienta molida
– Cúrcuma
– Perejil fresco picado
– Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación de la pechuga de pollo:

Las pechugas las vamos a preparar enteras y luego trocear, así que en principio no le vamos a hacer nada. Yo he puesto una por persona, pero somos de comer mucho, así que siempre podéis poner una pechuga grande para dos personas.

Pelamos los ajos y los ponemos en un mortero, echamos a continuación un buen puñado de sal, pimienta molida al gusto, un poco de hierba de limón y cúrcuma. Las cantidades las que más nos gusten, y como he comentado antes podéis cambiar las especias por vuestras preferidas.

 

 

Majamos bien y echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos en el mismo almirez o maja mortero. Reservamos.

Podemos hacer ahora dos cosas.

O echamos el contenido del mortero a las pechugas de pollo y dejamos una noche para que tomen sabor o podemos hacerlas directamente como yo hice. Si las dejáis para el día siguiente simplemente sacaremos las pechugas y las pondremos a la plancha como vamos a hacer ahora.

Ponemos a fuego medio una sartén o una plancha con un buen antiadherente junto con un poco de aceite de oliva virgen y metemos las pechugas enteras cuando la sartén ha tomado temperatura, no antes.

Previamente habremos dejado las pechugas de pollo fuera del frigorífico unos diez o quince minutos para que pierdan el frío.

 

Si eres de los que te preguntas porqué tengo siempre las sartenes ralladas quizás este artículo sobre consejos y trucos para cuidar las sartenes te sea de gran utilidad. Nunca más tendrás tus sartenes en mal estado.

 

Doramos durante tres minutos las pechugas sin moverlas y a continuación las tapamos y dejamos tres minutos o cuatro minutos más con una tapadera puesta.

Damos las vuelta a las pechugas enteras y dejamos otra vez tres minutos sin tapar y otros tres o cuatro tapadas con un tapadera. Si lo hacemos a la plancha podemos poner papel de aluminio por encima.

A continuación, destapamos y agregamos por encima de las pechugas el contenido del majado que teníamos reservado. Dejamos un par de minutos y damos la vuelta a las pechugas. Dejamos dos o tres minutos más y apartamos.

 

 

Pela y fríe una buena sartén de patatas para cuatro mientras se templan las pechugas de pollo. No las cortes acabadas de sacar de la parrilla ya que los jugos deben estabilizarse. Verás qué jugosa va a estar.

Una vez las patatas están fritas, corta las pechugas a rodajas y sirve encima de las patatas con la salsa y su jugo y un poco de perejil fresco por encima. Bon appétit!